miércoles, 25 de septiembre de 2013

SEXTORSION


Este neologismo tiene su origen en el inglés sextortion definido como, una forma de explotación sexual en la cual se chantajea a una persona por medio de una imagen de si misma desnuda que ha compartido a través de Internet. La víctima es posteriormente coacionada para tener relaciones sexuales con el/la chantajista, para producir pornografía y otras acciones. 

Ha sido un tiempo en que la prevalencia no ha parado de aumentar y que tiene principalmente dos acciones en su origen:  

  • Sexting:  Envío de contenidos de tipo sexual, principalmente fotografías y/o vídeos, producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles. 
  • Sexcasting: Mostrar el propio cuerpo a través de Webcam
Por un lado, es sexting está en claro aumento e incluso adquiriendo la categoría de práctica sexual normalizada e impulsada por las aplicaciones de comunicación instantánea de los smarthphones, tipo WhatsApp.

Por otro, y a pesar de que se han hecho muchos esfuerzos para que se conozcan los riesgos de la webcam, demasiadas personas siguen mostrándose desnudas frente a la cámara web ignorando que alguien al otro lado puede estar grabando la secuencia.  


El posterior chantaje se suele realizar por Internet, ya que asegura un cierto grado de anonimato al criminal. Ante las estrategias de chantaje que se pueden dar en las redes sociales, los adolescentes no tienen la suficiente capacidad de reacción para pedir ayuda, y entran en una dinámica que tiene graves consecuencias. 

Para tratar de ilustrar mejor las posibles consecuencias de la sextorsión, os dejamos este vídeo.




Este tipo de extorsión puede afectar a cualquiera menores o adultos, hombre o mujeres y los extorsionadores pueden ser personas conocidas o desconocidas. Además la vía de obtención de las imágenes pueden ser muchas. Por ello y como siempre decimos, ERES LIBRE DE HACER LO QUE QUIERAS PERO SABIENDO LO QUE HACES. 

                                                                                                                             Rocío Gay

miércoles, 18 de septiembre de 2013

CONSECUENCIAS DEL MALTRATO ECONOMICO

En relación al trabajo:

Existen diversas maneras de que el abusador pueda controlar los recursos de la víctima. Tal y como comentamos en un post anterior, el abusador puede impedir que la víctima trabaje o hacerle muy difícil el mantener un trabajo. También pueden impedir su acceso a una educación. Llamadas telefónicas frecuentes, visitas sorpresa u otras actividades acosadoras interfieren con el rendimiento en el trabajo del cónyuge. En parejas donde el cónyuge es lesbiana, gay, bisexual o transexual el abusador puede amenazar con revelarlo a su empleador.

La asociación estadounidense "National Coalition Against Domestic Violence" afirma que:
  • Entre el 25% y el 50% de las víctimas de abuso por parte de su cónyuge ha perdido su trabajo a causa de la violencia doméstica.
  • Entre el 35% y el 56% de las víctimas de violencia doméstica sufren acoso en el trabajo por parte de sus parejas
En relación a la falta de recursos económicos: 

Impidiendo que las víctimas tengan acceso a tener dinero, como prohibir a la víctima mantener una cuenta bancaria, él o ella es totalmente dependiente financieramente del abusador para obtener casa, comida, ropa y otras necesidades. En algunos casos el abusador puede no cubrir esas necesidades, incluyendo medicinas y productos de higiene personal. Pueden también limitar su habilidad para abandonar la situación abusiva negándose a pagar soporte para los hijos. 

Los abusadores pueden también forzar a su cónyuge para obtener crédito y luego a través de actividades negligentes arruinar su clasificación crediticia y su habilidad para obtener crédito.

Algunas recomendaciones: 

Existen diversas maneras de administrar el abuso económico:
  • Asegurarse el acceso a documentos personales y financieros
  • Intentar mantener tu autonomía personal y económica
  • Si crees que vas a abandonar la relación, prepáralo con tiempo
                                                                                                              Olga García 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

MIRANDO ATRAS: LAS VIRGENES JURADAS

Hace unos días mientras comía vi una noticia en televisión que hablaba sobre las vírgenes juradas, mujeres que por nacer en determinada parte de la tierra la opción que tenían para sobrevivir es renunciar a las relaciones sexuales y al matrimonio y convertirse en hombres. 

Cuando la mujeres de estas zonas, querían evitar un matrimonio que no deseaban o en su familia no había ninguna figura masculina la única opción posible era jurar ante los ancianos de la comunidad y desde ese momento se viste como un hombre y es tratada como tal además de, como ya hemos visto antes, renunciar al sexo y al matrimonio. Cabe destacar que estas mujeres podían llevar armas, gobernar sus familias, fumar y permanecer entre los hombres pero no tenían voto en las decisiones de la comunidad.

En algunos casos esta era la única opción para la supervivencia de una familia donde morían todos los varones de manera que una mujer asumía este sacrificio o la familia quedaba avocada a morir de hambre.

Al parecer culturas como la eslava, la gitana o la griega prácticaban esta tradición aunque ya está casi desparecida quedando solo ubicada en el norte de Albania donde aún quedan cuarenta vírgenes juradas. Actualmente la legislación albana contempla esta práctica como legal. 

Como ya hemos comentado esta práctica ya está casi obsoleta pero no nos conviene olvidar de donde venimos, como eran las cosas antes y como son ahora. Muchas personas, hombres y mujeres, han sufrido por la igualdad entre sexos. Quizá volviendo la vista atrás o ampliando nuestras fronteras podremos darnos cuenta de lo necesaria que es esa igualdad y de lo mucho que queda por hacer aún.

Desde COLOKATE y en algún post que otro seguiremos mirando atrás y recordando la aspectos de nuestro pasado relacionados con la igualdad porque es una buena forma de apreciar lo que ya se ha conseguido y de reflexionar  sobre lo que queda por hacer.

                                                                                                                   Pedro Cortés