miércoles, 27 de febrero de 2013

VIOLENCIA DE GÉNERO Y DISCAPACIDAD

La mujer con discapacidad ha permanecido, y permanece en gran medida "invisible" para la sociedad. Ser mujer con discapacidad marca una trayectoria de doble discriminación, como mujer y como discapacitada, y añade barreras que dificultan el ejercicio de derechos y responsabilidades como personas, la plena participación social y la consecución de objetivos de vida considerados como esenciales.

En concreto, las mujeres con discapacidad se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad o riesgo a la hora de padecer comportamientos violentos, por los siguientes motivos: 

  • Por se menos capaces para defenderse físicamente del agresor
  • Por tener mayores dificultades para expresar verbalmente los malos tratos
  • Por la dificultad de acceso a los puntos de información y asesoramiento, principalmente motivados por la dificultad de movimientos
  • Por baja autoestima o desconsideraciñon de su imagen como mujer. 
  • Porque es mucho menos habitual que trabajen fuera de casa y eso incrementa la posibilidad de sufrir dependencia económica.
  • Por miedo a denunciar por la posibilidad de perder los cuidados que necesita. 
  • Por tener menor credibilidad ante algunos estamentos sociales
¿Qué tipos de malos tratos añadidos puede sufrir la mujer con discapacidad?

  • Violencia activa 
    • Abuso físico: Administrar medicinas sin necesitarlas y decir a la mujer dependiente donde, cuando y con quién tienes que salir.
    • Abuso emocional: Insultos, críticas, ridiculizar tu cuerpo o tus capacidades, sobreprotección
    • Abuso sexual:  Violación u otros tipo de abusos de índole sexual 
    • Abuso económico: Emplear la discapacidad para mendicidad o abusar del dinero o los bienes del discapacitado.
  • Violencia pasiva:
    • Abandono físico: Descuidar la alimentación, la atención personal, la higiene, la supervisión, 
    • Abandono emocional:  No valorar la opinión, ignorar y avergonzarse del discapacitado y de su existencia.
Por desgracia, los malos tratos tanto físicos como psíquicos a las mujeres afectadas por una discapacidad están aun muy ocultos, pero no por eso son menos frecuentes que los que sufren las mujeres sin discapacidades. 



                                                                                                                                                  Rocío Gay

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