Sirvan las presentes líneas a
modo de reflexión sobre la necesidad urgente de implantar un sistema de
educación que "eduque" en la igualdad.
Resulta alarmante que en nuestra
sociedad se den casos tan precoces de maltrato.
La Ley contra la Violencia de Género
nació con el espíritu de luchar contra esa superioridad que ejercía el hombre
sobre la mujer por el mero hecho de ser mujer. Ha sido una Ley que nace tras
años y años de sometimiento de la mujer al hombre.
Parecería
"lógico" que las mujeres que sufren esta lacra fueran únicamente
mujeres de edad media-avanzada, pero no es así, puesto que existen
adolescentes, niñas de 16/18 años que ya sufren esta terrible situación.
¿Cómo puede ser que una niña de
16 años no pueda salir con sus amigos simplemente porque su novio piense que
quieren ligar con ella?, o ¿que no se atreva a ponerse minifalda por miedo a lo
que diga su novio?.
Pienso que la educación es
un tema que quizá se ha dejado un poco "aparcado", porque
lógicamente, lo urgente era salvaguardar la seguridad de las víctimas, y en
orden a ello se dirigen todos los medios de los que se dispone.
Es hora ya de que se afronte este
tema de forma radical y concreta. ¿Cómo? La escuela debe ser un eje de
intervención primario e insistente. No se puede permitir la violencia ni física
ni psíquica de los chicos hacia las chicas, ni si quiera justificarla con que
son cosas de niños, que ellos deben resolver. Hay que darles habilidades
sociales saludables y democráticas. Hay que establecer el Mediador de
Conflictos de forma institucional, por el que hay que pasar ante cualquier
diferencia de opinión y el que no lo utilice debe ser desacreditado aunque
tenga la razón. Tolerancia cero con la violencia.
La familia debe
desembarazarse de todos los prejuicios y estereotipos sociales acumulados en
los últimos siglos y empezar a tratar a las hijas igual que a los hijos: misma
libertad, posibilidades, vocabulario, horarios, cariño, etc. Las religiones
deben superar todos sus traumas sexuales, su fobia a la mujer como centro de
todos los males que le pasan a la sociedad. Cambiar el vocabulario y la actitud
en todo lo que se relacione con ellas y entrar en una vía de democratización e
igualdad, que facilite su participación en ritos, debates, responsabilidades. desarrollando
talleres en Centros Cívicos para niños, imponiendo asignaturas en el curso
escolar. De esta forma hay que enseñar a nuestros hijos desde su más tierna
infancia el valor de la igualdad, del respeto y que los hombres y las mujeres
tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones.
Es por ello, que se hace
necesario educarles desde bien pequeños, cuando su personalidad está en fase de
formación, para que interioricen suficientemente el valor de la igualdad y del
respeto a los demás, porque a la vista está que estos valores no tienen
suficiente peso en ellos.
Tamara Durillo
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